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Interpretación de una prueba de aliento negativa en paciente con síntomas digestivos: abordaje desde la nutrición

La prueba de aliento para SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) es una herramienta diagnóstica valiosa, pero no infalible. Cuando un paciente presenta síntomas compatibles como hinchazón, pesadez postprandial, gases o alteraciones del tránsito intestinal, pero los resultados de la prueba son negativos, el abordaje nutricional debe considerar un enfoque integral y diferenciado.

¿Qué mide la prueba de aliento para SIBO?

La prueba de aliento mide la concentración de gases (hidrógeno, H₂, y metano, CH₄) producidos por bacterias intestinales tras ingerir un sustrato fermentable (glucosa o lactulosa). Un aumento temprano de estos gases sugiere actividad bacteriana en el intestino delgado.

En casos como el evaluado, el aumento de H₂ ocurre tardíamente (después de 120 minutos) y los niveles de CH₄ se mantienen bajos, lo cual sugiere:

  • Fermentación colónica fisiológica

  • Ausencia de metanógenos

  • Posible disbiosis distal o fermentación excesiva sin sobrecrecimiento

Posibles causas de síntomas digestivos con prueba negativa

  1. Tránsito intestinal lento: El vaciado gástrico y tránsito intestinal retardado permiten que el sustrato llegue al colon más tarde, elevando H₂ tardíamente (Bouhnik et al., 1999).

  2. Disbiosis intestinal sin SIBO: Desequilibrio de la microbiota colónica que genera gases y metabolitos sin colonización anormal del intestino delgado (Quigley, 2013).

  3. SIBO por H₂S (sulfuro de hidrógeno): Un subtipo no detectable con las pruebas tradicionales de H₂ y CH₄, con síntomas típicos (Pimentel et al., 2020).

  4. Síndrome de intestino irritable (SII): Puede coexistir o simular SIBO, con alteraciones de motilidad y sensibilidad visceral (Mion et al., 2024).

  5. Hipoclorhidria, insuficiencia pancreática o alteración biliar: Que favorecen la fermentación anormal sin necesariamente cumplir criterios de SIBO.

  6. Intolerancias alimentarias: Algunas intolerancias como la fructosa, lactosa o sorbitol pueden causar síntomas similares a SIBO (hinchazón, gases, dolor abdominal) y generar elevaciones de H₂ o CH₄ sin cumplir con los criterios diagnósticos establecidos. En estos casos, una prueba de aliento específica para intolerancias puede ser útil, o una dieta de exclusión temporal bajo supervisión clínica.

Abordaje nutricional: pasos ante un resultado negativo con síntomas persistentes

1. Historia clínica y dietética detallada

  • Identificar alimentos desencadenantes

  • Evaluar uso previo de antibióticos, IBPs o tratamientos digestivos

  • Considerar antecedentes de SIBO tratado, estrés digestivo y ritmo intestinal

2. Evaluación del tránsito intestinal

  • Identificar signos de estreñimiento o tránsito lento

  • Considerar evaluación funcional o estudio de tránsito orocecal

3. Enfoque dietético personalizado

  • Iniciar dieta baja en FODMAPs de manera temporal y supervisada (Lim et al., 2023)

  • Individualizar según tolerancia: reducir fermentables y reintroducir gradualmente

  • Asegurar nutrición adecuada y evitar restricciones prolongadas

4. Fitoterapia y suplementos de apoyo

  • Usar antimicrobianos herbales si hay sospecha de disbiosis (berberina, orégano, ajo)

  • Enzimas digestivas si hay indicios de hipoclorhidria o insuficiencia pancreática

  • Probióticos específicos como Lactobacillus plantarum,  Saccharomyces boulardii, Akkermansia Muciniphila

5. Reeducación del ritmo digestivo

  • Establecer horarios de comida consistentes

  • Evitar picoteo constante para favorecer el complejo motor migrante (CMM)

  • Actividad física suave, descanso adecuado y manejo del estrés

6. Reevaluación clínica

  • Monitorear síntomas en 4–6 semanas

  • Reintroducir alimentos progresivamente

  • Considerar repetir la prueba si la sospecha clínica persiste (ACG, 2020)

Cuándo derivar o trabajar en equipo

  • Derivar a digestivo si se sospecha SIBO de H₂S o disfunción estructural

  • Solicitar estudio de microbiota intestinal si está disponible

  • Colaborar con psicología si hay componente de ansiedad digestiva

  • Evaluar con pruebas específicas de intolerancias alimentarias si la dieta revela sospecha

Conclusión

Una prueba de aliento negativa no descarta causas funcionales o disbióticas subyacentes. Como nutricionistas, debemos aplicar un enfoque personalizado, integrando estrategias dietéticas, fitoterapia, suplementación y reeducación digestiva para mejorar la calidad de vida del paciente.


Referencias científicas actualizadas

  • Rezaie A. et al. (2017). Hydrogen and Methane-Based Breath Testing in GI Disorders: The North American Consensus. Am J Gastroenterol. https://doi.org/10.1038/ajg.2017.46

  • Lim et al. (2023). Diagnostic Accuracy of Glucose vs. Lactulose Breath Tests for SIBO. Clin Gastroenterol Hepatol. CGH Journal

  • Pimentel M. et al. (2020). Hydrogen Sulfide–Producing SIBO Subtype Characterized by Diarrhea and Flatulence. Am J Gastroenterol. DOI

  • Mion et al. (2024). Differential detection of SIBO using glucose vs. lactulose in IBS patients. J Transl Gastroenterol. ScienceDirect

  • Quigley EMM. (2013). Gut microbiota and the role of probiotics in therapy. Curr Opin Pharmacol.

  • Bouhnik Y. et al. (1999). Bacterial populations contaminating the upper gut in SIBO patients. Am J Gastroenterol.

  • ACG Clinical Guideline: Small Intestinal Bacterial Overgrowth (2020).