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Introducción. –

Una vez que los alimentos llegan al intestino delgado, serán digeridos mediante los jugos gástricos, las enzimas pancreáticas, las sales biliares y las enzimas intestinales. Como consecuencia de estos procesos, se va a liberar una sustancia llamada histamina, que está en los alimentos que comemos la cual es una amina biógena. Esta se irá acumulando a nivel de la luz intestinal, pero antes de ser transportada al torrente sanguíneo va a ser degrada mediante una enzima llamada diaminooxidasa (DAO), que se produce a nivel del intestino delgado, convirtiéndose en N-imidazol acetil aldehído, la cual pasa al torrente sanguíneo, y es transformada en ribosa. La ribosa es un monosacárido perteneciente al grupo de las pentosas. Y es usado para constituir el ARN y otros nucleótidos. La N-imidazol acetil aldheído, no tendrá ninguna función y será eliminada por la orina.

Cuando esta enzima falta, la histamina no podrá ser degradada y pasará al torrente

sanguíneo, siendo la responsable de un cuadro denominado de Déficit de DAO. Hay que recordar que otras aminas biógenas pueden interferir la degradación de la histamina.

Etiopatogenia. –

Cuando por diversas causas esta enzima no existe o está disminuida, la histamina liberada por la digestión de los alimentos que comemos, no podrá ser degradada, se acumulará a nivel de la luz intestinal y desde aquí pasará al torrente sanguíneo. Una vez en forma liberada, será distribuida a diferentes regiones del organismo, donde se unirá a una serie de receptores. Los llamado receptores de histamina, H1, H2, H3 y H4, que serán los responsables de la sintomatología de estos pacientes.

Es importante recordar que a nivel intestinal hay bacterias y levaduras que pueden convertir la histidina en histamina porque tienen una enzima llamada descarboxilasa.

En los casos de disbiosis intestinal estas bacterias y levaduras pueden aumentar, incrementándose los niveles de histamina, y pudiendo agravar los cuadros de déficit de DAO.

Causas del déficit de DAO.-

Entre ella tenemos:

  • Alteraciones genéticas.
  • Bloqueo de ciertos medicamentos
  • Procesos inflamatorios crónicos del intestino delgado.

Estas causas van a determinar que la producción o actividad de esta enzima disminuya, y parte de la histamina no podrá ser degradada y entrará como tal al torrente sanguíneo.  Si su concentración en sangre aumenta por encima de la cantidad normal de 50-70 mg/l, su acumulación dará lugar a una serie de efectos adversos de diferente índoles, debido a que será distribuida por diferentes zonas de nuestro organismo. A esta alteración se la conoce como déficit de DAO, histaminosis alimentarias, o intolerancia a la histamina.

Analicemos cada una de ellas:

Causa genéticas. –

La disminución de la cantidad, o de la actividad de la diaminooxidasa, en muchos pacientes parecen estar ligada a causas genéticas, pero aún estas no están todas bien identificadas. Hoy sabemos que hay grupos familiares donde sus miembros comparten este déficit. Aún no se conoce bien qué produce esta carencia genética, aunque algunos investigadores lo relacionan con el polimorfismo genético que presenta un nucleótido de la enzima DAO. En la actualidad hay en España algunos laboratorios haciendo estos test genéticos.

Causas medicamentosas. –

En otra ocasiones, determinados medicamentos pueden bloquear la actividad de

esta enzima. En estos casos es suficiente con retirar esos medicamentos. Entre ellos tenemos:

Enfermedades intestinales. –

En la actualidad, sabemos que procesos inflamatorios crónicos del intestino delgado, donde hay un deterioro progresivo de la mucosa y de las microvellosidades intestinales, se pueden acompañar de déficit de DAO.

Este es el grupo que más nos interesa aquí tratar.  Las causas pueden ser múltiples, como ya iremos viendo. Siendo quizás el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano) la causa más importante de este déficit, sin olvidar el grupo de pacientes con Giardia y las enfermedades inflamatorias crónicas intestinales.

Sintomatología. –

Los síntomas que sufren los pacientes con déficit de DAO, pueden ser muy

variados, siendo tanto digestivos como extradigestivos. Quizás estos puedan estar relacionados con la causa que los produce. Entre ellos tenemos:

  • Dolores de cabeza tipo migraña
  • Dolores musculares
  • Mareos
  • Estreñimiento
  • Diarrea
  • Dolor de estómago
  • Flatulencia
  • Sensación de hinchazón
  • Náuseas
  • Sensación de saciedad
  • Trastornos cutáneos (piel seca, atópica, psoriasis, urticaria, picor, dermatitis y/o edemas)
  • Desajustes hormonales (amenorrea, síndrome premenstrual, infertilidad)
  • Dolores osteopáticos (sobre todo de espalda y columna)
  • Dolor en los tejidos blandos
  • Astenia
  • Sensación de cansancio injustificado